6/1/2019
https://elpais.com/internacional/2019/01/04/actualidad/1546602935_606381.html
21/3/2018
20/3/2018
Radiografía de los datos de empleo en 2016. Nuestro país es una máquina de hacer contratos…, pero “precarios”. Así se entiende que en dicho año el número de contratos ascendió a casi 20 millones (19.978.954). Ello es posible porque el 25,7 % de los contratos fueron por menos de una semana (5.137.841). En 2016 se crearon 512.483 puestos de trabajo asalariado, lo que equivale a 39 contratos firmados por cada puesto de trabajo creado.
2/12/2017
Pontón subraya que el 90% de la gente que lee literatura en España (solamente a la mitad de la población), se decanta por la novela. El ensayo, por tanto, ocupa una parte minúscula. Sobre él, y desde un respeto absoluto por la narrativa, este editor y autor novel a sus 73 años confiesa que requiere una mayor capacidad de concentración, un intento de comprender el mundo y la sociedad en la que vivimos, así como una pasión por el conocimiento.
“Si lees un libro como el que he publicado”, explica, “no sales indemne de su lectura porque te deja pensativo y te obliga a reflexionar sobre muchas cosas” (…).
Al hilo de estas reflexiones, Gonzalo Pontón se queja del tradicional ninguneo de las disciplinas humanísticas en este país: “las carreras de letras eran para chicas y para maricas, según decían en el franquismo”. Ese paisaje de la cultura no ha cambiado mucho, desgraciadamente, en la etapa democrática. “Está claro”, opina, “que el desprecio de las humanidades impide que haya más lectores de ensayo y dificulta que las nuevas generaciones se animen a acercarse a la no ficción”.
18/11/2017
24/2/2017 Amador Fernández-Savater (eldiario.es)
“A lo largo de los años, siempre enredado con otros, he seguido insistiendo más o menos en la misma relación con el pensamiento: precaria y desordenada, movilizada desde preguntas o pasiones vitales, sin aspiración a “saber”, sino más bien a construir una mirada propia, como parte de una pelea por la autonomía. Hay que pensar si no queremos ser pensados por otros, si no queremos limitarnos a vivir según las categorías establecidas“
“Una definición clásica de la filosofía (que podemos encontrar en los diálogos platónicos) dice así: es el diálogo de uno consigo mismo. Lo podemos traducir y entender del modo siguiente: pensar es el esfuerzo por recuperar y mantener una relación de intimidad con nosotros mismos. Es decir, por plantear nuestros propios problemas e inventar nuestras propias respuestas (que no “soluciones”). No delegar el relato sobre lo que somos. Pero parece preciso añadir algo a la definición clásica: no se trata de una conversación solitaria, algún tipo de monólogo o soliloquio, sino que se desarrolla con otros, en compañía de otros, a través de otros, tomando (“robando”) las palabras de otros para construir las nuestras.
Llegamos así a la “filosofía pirata”, que es el nombre que le vamos a dar aquí a esta otra relación con el pensamiento de que venimos hablando. Aunque sería mejor hablar de “piratear la filosofía”, porque se trata de una acción, de una práctica y no de una doctrina (ni siquiera pirata). Le decimos “pirata” porque agarramos la filosofía desde algo no filosófico. La abordamos más bien, es un abordaje”. Ese “algo” puede ser una pregunta, un problema, un choque con la realidad, una pasión… Es algo que nos afecta vitalmente en todo caso y nos empuja a pensar.