Gobernantes metidos a filósofos

Iniciamos una nueva sección titulada «Gobernantes metidos a filósofos». Dos son los motivos que nos empujan a ello. En primer lugar, impedir que, en la medida de lo posible, el olvido se lleve toda una serie de declaraciones en las que nuestros dirigentes intentan elevar el tono del discurso político estableciendo conexiones más o menos explícitas con el pensamiento de los grandes filósofos. Hablamos de «auténticas perlas filosóficas» que merecen un análisis sosegado y detenido.

En segundo lugar, la pretensión de «ennoblecer» esa extraña disciplina que es la filosofía,  haciéndola descender a los foros del debate político y social (aunque personalmente sospecho que «ennoblecer la filosofía» por este camino, nos costará un poquito).

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Sobre la lógica y sus falacias.

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